LA DIVINIDAD PRESENTE EN TODO LO QUE NOS RODEA

 

Sidharta Gautama, Buda, el Iluminado, es sin lugar a dudas el Enviado Crístico que con mayor preponderancia pudo Percibir en estado de encarnado en este mundo físico a la Divinidad Una y la Realidad Universal Divina. Esto no significa que las otras Chispas Cristicas o Enviados Divinos que encarnaron en la tierra no lo hayan hecho. La característica personal de Buda, la conjunción de planetas presente en el momento de su nacimiento y el aspecto predominante del Amor en su Misión de Enviado Divino le facilitaba Percibir con mayor amplitud ese aspecto del Existir Universal.

 

Dios, la Divinidad Una, el Foco Creador, el Centro Espiritual del Universo y la Fuente del Amor Universal, no es en su realidad un Ser Omnipotente Superior al resto, ello es una simplificación acorde a la rudimentaria capacidad humana que teníamos los Seres Humanos para comprender la Realidad Universal. Dios es tal como fue definido por Buda, el Conjunto de Seres Reintegrados y Unificados en Identificación máxima con el Amor Divino Universal, en Acion Amor omniabarcante, es mas que un solo ser omnipotente, es un Centro de Infinito Poder, Infinito Amor, Infinita Perfección, que en su Acción Universal Creadora y de Amor Infinito tiene Potencialidades y Capacidades que no podríamos comprender en nuestros márgenes evolutivos. 

 

Cabe señalar que no estamos facultados mentalmente para comprender en su totalidad la inconmensurable Realidad Divina, vamos percibiendo de la Divinidad Una, aquellas realidades que pueden emerger a nuestras posibilidades evolutivas de comprensión, las mismas se van ampliando a través de la Evolución y a su ves en cada Tránsito Evolutivo, podemos ampliar nuestra comprensión de esas posibilidades por medio de nuestro esfuerzo en acercarnos a la Divinidad viviendo en Amor con Todo lo que nos rodea.

 

Todo lo que existe, incluidos nosotros mismos, somos en Esencia Divinidad Creada por el Amor Universal, somos Divinidad experimentando en los diferentes niveles del Ciclo Evolutivo y tenemos en nuestra Esencia Divina Facultades Potenciales a desarrollar a través del proceso de Evolución, Potencialidades que llegan a su Cenit al Reintegrarnos a la Divinidad como Chispas Cristicas, así mismo todo lo existente es Divinidad o todo es expresión de Dios y esta en la Divinidad, ósea en el Todo que Crea Vida a semejanza de su máxima expresión del Amor Universal. Todo incluido nosotros mismos estamos en continuo acercamiento a la Divinidad experimentando, evolucionando y desarrollando las Potencialidades Divinas con las que fuimos creados.

 

Siendo así las cosas la Divinidad no esta fuera de nosotros, la Divinidad esta en nosotros, Somos Divinidad Potencial, estamos en Dios junto a Todo lo que existe, pero el hecho de tener un ego experiencial y a su vez una serie de instrumentos o capas energéticas transitorias, como lo es nuestro físico por ejemplo, que sirven de instrumento o expresión en el medio en el que experimentamos, hace que nuestra consciencia tenga una influencia externa a nuestra Esencia Divina que puede o no restar o dificultar la expresión del Ser Divino que anida en nosotros mismos.

 

Ese esfuerzo mencionado en el párrafo anterior, de trabajo, de superación y Amor, es lo que permite el desarrollo Evolutivo y llegado el punto en que nuestro Espíritu integra todo el ciclo de experiencias necesarias nos Identificamos con la Esencia Divina que anida en nosotros y con el Amor Divino Universal retornando como Chispa Cristica para integrar el Foco Divino, en sus diferentes jerarquías, que es la Fuente de Vida y el Centro Universal por excelencia que es el sentido del Existir de Toda la Creación.

 

La Evolución Espiritual se trata de expresar la Divinidad Potencial existente en nosotros a través del Amor en cada punto del ciclo de experiencias, la Evolución despliega en nuestro Espíritu el desarrollo de las Facultades Divinas Potenciales que nos fueron otorgadas en el momento de la Creación para que sean desarrolladas a través de esas experiencias que realizamos y ese es el tan buscado Sentido de la Vida, de la Vida actual y de las Vidas sucesivas que tuvimos y vayamos a tener.

 

En nuestro medio material y a su vez negativizado transitoriamente, se hace difícil percibir la Divinidad en los márgenes de la consciencia humana, no porque sea imposible, sino por el hecho que nuestra mente humana tiene una fuerte tendencia a estar orientada hacia la percepción exclusiva de los estímulos externos y su diverso bagaje de energías astrales que lo rodean, pero si en alguna medida hacemos el intento de poder traspasar o Elevar nuestra percepción hacia el Existir Universal, hacia la Divinidad una a través de la meditación y el estudio del Conocimiento Espiritual, aun no la hagamos de la manera correcta y si lo intentamos a través del esfuerzo, el Amor, la Fe y la humildad, vamos a ir gradualmente siendo guiados para encontrar un más allá de nosotros mismos y nuestro medio inmediato Elevando nuestra Energía.

 

Muchos seres en el mundo han nacido con esa finalidad experiencial exclusiva en esta vida como una oportunidad Evolutiva de relevancia, la oportunidad de lograr trabajar en ese aspecto del Existir Espiritual en este medio, sin embargo en el existir humano, en el diario vivir, en el saber convencional humano, no encuentran el medio adecuado para ello, el ambiente familiar y social que requieren, porque el hecho de no estar tan influidos por cuestiones materiales o por la búsqueda de experiencias humanas, emocionales o sensoriales, es mal visto en la sociedad actual y hasta considerado en alguna medida patológico o concebido como vivir una vida ausente de realidad.

 

Muchas personas que por su Realidad Espiritual tienen una vida sencilla, con tiempo y experiencias humano materiales reducidas, tienen la oportunidad de lograr tomar contacto con otras dimensiones de la existencia y acelerar su Evolución Espiritual, tienen la oportunidad de capacitarse para observar la vida humana desde una óptica Universal y así incrementar la comprensión de aspectos Espirituales, también ello constituye una protección para no ser tentados ni influidos en demasía por aspectos que tarde o temprano todos los seres que existen en el Universo van a querer superar. Sin embargo, por influencia del medio social circundante, para muchos en el proceso de socialización, ello se convierte en un factor que erosiona su autoestima frente a un mundo que ataca esas virtudes y oportunidades Espirituales de la experiencia humana, por ignorancia, desconocimiento y conflictos internos varios en el mejor de los casos.

 

Cabe señalar que no existe en la realidad  Espiritual de un Ser una condición comparativa frente a la realidad de la experiencia de otros Seres, mucho menos en lo humano se puede generalizar la experiencia Espiritual interior, cada Ser es en sí mismo libre y único, libre de decidir hasta qué punto comulga con determinadas sensaciones, emociones y pensamientos o quiere buscar un más allá de la experiencia física inmediata de la manera que lo considere necesario y si bien la libertad se expresa en la actualidad como una condición alcanzada, la realidad nos muestra sobradas evidencias de que la juventud esta siendo bombardeada de prejuicios, agredida y condicionada a que viva humanamente con preponderancia material y económica posponiendo lo Espiritual.

 

Cada ser humano nace con la oportunidad y la libertad de decidir de manera individual, sin influencias negativas y a través de su Conocimiento de la realidad Espiritual, hasta qué punto puede, quiere o debe trascender aquello que necesite trascender, sin embargo desde ciertas corrientes de ideas o desde ciertas disciplinas ello no se respeta, se invade y se difunden matrices convencionales generalizadas de modos de vida que son impuestos como normalidad a través de variadas maneras subliminales y atentando a que cada Ser humano pueda de alguna manera decidir libremente al respecto de su propia realidad Espiritual, que en muchísimos casos ni siquiera llegan a percibirla.

 

Prueba de ello es la gran cantidad de jóvenes que en todas partes del mundo viven abandonados a la marginalidad, la pobreza extrema, la falta de oportunidades, la opulencia sin contenido y hasta incluso como contrapartida, muchos están obnubilados, enorgullecidos y exaltados en su amor propio, por no ser parte de esos contingentes marginados, pero no hacen nada para mejorar la realidad actual y ayudar a sus semejantes o trabajar por un mundo mejor.

 

Seguramente todos diremos que somos libres y hasta podremos dar explicaciones socialmente aceptadas al respecto de estas afirmaciones, pero la realidad social y convencional humana, familiar y grupal, no indica muchas veces que esto sea una realidad y generalmente se margina a quien no comulga con una determinada cultura imperante desviada o exaltada de materialismo. 

 

Cabe señalar que también los estereotipos humanos y sociales con predominio de las apariencias invaden la realidad del existir Espiritual Ujiversal en la conciencia humana actual de aquellos que tienen una vida en paz, recursos y oportunidades, porque el egocentrismo y la primacía de las apariencias, tienen hoy en día más importancia inconsciente que la realidad Espiritual que nos Rige como Ley Universal.

 

Mientras los seres humanos sigamos posponiendo lo Espiritual por vivir sumergidos en lo material o considerándolo una moda o un medio de bienestar individual personal exclusivamente, seguiremos sin saber a ciencia cierta porque razón tenemos el entorno que tenemos, los problemas globales y todos los puntos de inflexión social y de todo tipo que padecemos. 

 

Iniciamos este texto mencionando a Buda, el Iluminado, quien vino a este mundo a enseñarnos, entre otras cosas, como frente a su realidad humana de opulencia y poder, eligió Elevarse hacia la Divinidad Una y dejar con su ejemplo la idea de que la vida es una sola y Espiritual y la Divinidad esta en todo lo que nos rodea.

 

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