HERRAMIENTAS PARA LA REALIZACION INTERNA
Los seres humanos tenemos la capacidad de percibirnos a nosotros mismos, ello nos permite dedicar momentos de meditación y auto análisis para analizar nuestros actos y sus precursores, que son nuestros pensamientos, sentimientos, emociones y sensaciones. Por sobre todo necesitamos de nuestra Voluntad para regir jerárquicamente nuestra dinámica subjetiva.
Debido a nuestro egocentrismo el producto de nuestra autopercepción puede tener una discrepancia con la realidad, vale decir que podemos tener un concepto de uno mismo desvirtuado de lo que realmente somos, en bien o en mal. Por ello necesitamos tener una base sólida moral y filosófica que nos permita tener nuestro sentido del bien y del mal, lo más sólidamente presente en nuestra consciencia y ampliado a través de Enseñanzas sobre las Leyes que Rigen la vida.
Para lograr conocernos lo más fiel posible, es necesario utilizar esta capacidad que poseemos, realizando ejercicios de auto análisis de nosotros mismos, evaluando en meditación los hechos relevantes y diarios de nuestra vida, con el fin de indagar la calidad de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones en relación a las Leyes que todo lo Rigen.
Meditemos también que ese ejercicio de auto análisis consciente permite desarrollar lo que podemos definir como - La metacognición – que es:
La capacidad de tomar contacto en el tiempo real, con la fluidez de las propias emociones, pensamientos, sentimientos y sensaciones. Esa capacidad necesita de nuestra concentración y voluntad, orientadas a monitorear y evaluar nuestros procesos subjetivos, para decidir cómo vamos a manifestarnos, hacia nosotros mismos, los demás y el ambiente, en el pensamiento, sentimiento, decisiones y acciones.
Mediante esa capacidad, podemos advertir que estamos teniendo una emoción, un sentimiento, una sensación, pensamiento y observarlo como desde “fuera”, y luego ejercer nuestra voluntad para trascender, superar y modificar la calidad Vibratoria de los mismos, si se considera desde el auto análisis, que están fuera del concepto del bien que debemos manifestar a través de la asimilación del Conocimiento Espiritual y de las Leyes que todo lo rigen.
Debemos evaluar también, que si existiera en nosotros algún aspecto proveniente de nuestra subjetividad o conducta hacia nosotros mismos o los demás, que no podemos controlar a través de nuestra voluntad y que afecta nuestras áreas de vida, entonces se hace necesario que busquemos la ayuda adecuada en la psicología o la medicina para lograr fortalecer nuestra voluntad y entrenar los recursos internos para alcanzar la armonía.
Científicamente se sabe que lo que fortalece la metaconciencia espiritual recién descripta, es la capacidad de observarse con honestidad, la reflexión ética auténtica, la empatía profunda, el silencio interior. Todo ello activa redes neuronales de fortalecimiento de los aspectos superiores de nuestra personalidad como lo es la voluntad, expande la autoconciencia y favorece que el ser humano pueda discernir y elegir Vibrar, en coherencia con el Conocimiento de la Realidad Espiritual.
También la ciencia sostiene, que la voluntad se fortalece cuando la persona tiene un propósito claro, alinea sus actos con sus valores, entrena su autocontrol con pequeños desafíos, regula sus emociones, cree en su capacidad de lograr objetivos espirituales, y se encuentra en un entorno que favorezca el clima interno positivo y el equilibrio mental, emocional-sensorial y la funcionalidad armónica de su conjunto persona.
Les dejamos a continuación unos párrafos del Conocimiento de Madú de Jess que están relacionados con lo que debemos hallar en nosotros mismos:
“El amor propio no solamente os ciega, sino que, además, os incapacita para la Proyección Amorosa. Retaceáis esa Proyección, por cuanto mucho de ese Amor que debéis Proyectar, lo ha absorbido para sí mismo vuestro ser; y ¿qué “parte” de vuestro ser es la que absorbe esa Vibración maravillosa...? La más baja, la más densa..., vuestro “yo” humano. Y al absorber vuestro “yo” humano, esa Vibración maravillosa “apropiándose” de ella, la trasmuta, transformándola en algo denso como su propia vibración.”
“No os canséis jamás de analizaros en ese sentido; todo, absolutamente todo lo que penséis, lo que sintáis, lo que realicéis, hacedlo pasar por el crisol purificador de la Verdad contenida en las Enseñanzas y, entonces, desmenuzaréis perfectamente cada una de las vibraciones que contienen vuestros pensamientos, sentimientos y hechos y podréis constatar, así, cómo en la mayoría de esas vibraciones domina la vibración de vuestro amor propio.”
“No nos cansaremos nunca de insistir sobre la necesidad de la superación del amor propio, porque el amor propio es el polo opuesto al verdadero Amor, es el Amor trasmutado; lo que quiere decir que todo lo positivo y maravilloso del Amor, se ha trasmutado en algo opuesto y, por lo tanto, negativo. Ya sabemos, por Enseñanzas anteriores, que amor propio es la transmutación realizada por el ser humano, de la Vibración de Amor proveniente de la Fuente Creadora, que lo inunda, como a todo lo Creado.”
“Esa transmutación es la que ha llevado a los humanos a los mayores desastres y a los más nefastos errores y claudicaciones, conformando así la vibración del Mundo en el que estamos viviendo ahora. El humano, como Ser Espiritual encarnado, claudicó una y muchas veces, prefiriendo el bien material al Bien Espiritual; porque su calidad de Ser Espiritual le imponía sacrificios y renunciamientos que no deseaba efectuar y, en cambio, inclinándose hacia su “yo” inferior, hacia su aspecto humano, podía obtener la satisfacción de placeres y egoístas ambiciones, que son las “necesidades” con las cuales apremia al ser humano el amor propio.”
“Así como el Amor en su estado de pureza, en su estado natural Divino lleva al ser humano a los impulsos más sublimes de altruismo, fraternidad, sacrificio y olvido de sí mismo; el amor propio, que es la transmutación de ese Amor maravilloso, lo impulsa al egoísmo, al engaño, a la ambición y aun al crimen, es decir a todo lo opuesto a lo que lleva el Amor en su estado natural positivo.”
“El resultado evidente de esa transmutación del Amor en amor propio es el dolor en el que actualmente está viviendo la Humanidad, y su “clima” mental y emocional intensamente negativo. Debemos pensar que, así como nuestro mundo, que está en un “punto” determinado de la Evolución en él, alberga a una Humanidad doliente, que arrastra una vida tan penosa, también hay otros mundos en el mismo “punto” de la Evolución en ellos, en los cuales viven humanidades a las que, en el proceso de su Trayectoria Evolutiva, no les es necesario Trabajar en forma tan dolorosa.”
“Nuestro planeta es un planeta al cual vienen a Trabajar seres que no solamente están en un “punto” Evolutivo acorde con el “punto” de la Evolución en el planeta, sino que, además, necesitan Experimentar y Trabajar dolorosamente; porque tienen deudas con la Ley del Amor. Pero, si estando en el mismo “punto” de Evolución, no tuvieran deudas que pagar deberían ir a otro planeta, en el mismo “punto” de la Evolución en el que está la Tierra, pero en el cual la vida no fuese dolorosa.”