VIDA QUE ACOMPAÑA A LA VIDA.


En apartados anteriores hemos descripto la posible existencia de un Patrón Esencial Universal que describiría como Fluyen los diferentes Aspectos de la Energía Divina manifestados como Vida no evolucionante, dijimos que ese Patrón Esencial Universal podría replicarse en Todo el Universo. 

Afirmamos también en ese apartado que, todo aspecto necesario para las experiencias que realiza la Vida Evolucionante, vale decir, todo aquello que acompaña a los seres creados en su Experiencia Evolutiva y que es Vida no evolucionante, Emana siempre de la Divinidad a través de una Energía Unificada que se diversifica progresivamente en su descenso a través de los diferentes Niveles de la Existencia o Planos, estos Planos de experiencia son aquellos Espectros de Energía que van desde lo anterior a lo Divino, desde el Nivel de la Existencia más sutil hasta lo físico-material más denso, propio de los planos físicos y constituye lo que denominamos en nuestra bibliografía como el Todo Experiencial. 

Afirmamos también que en la esfera o “dentro” de cada Nivel de la Existencia o Plano, se replicaría el mismo Patrón Esencial Universal a través de Emanaciones Unificadas que a su vez se desagregan de y en una o varias Energías Unificadas Primordiales y que su proyección ascendente proviene del Núcleo Crístico Directo en Planos Divinos . 

Pensemos que todo lo que existe en el Universo surge de una “Fuente” o Núcleo de la Divinidad que, como todo Aspecto Divino, es Unificado y se proyecta al Todo Experiencial para manifestar todo aquello que constituye la Vida no Evolucionante que Involuciona-Evoluciona, la Vida que acompaña la Experiencia Evolutiva de la Vida Evolucionante en sus múltiples necesidades reclamadas a la Divinidad, conformando todo aquello necesario para la Involución hacia la diversidad como para la Evolución en Unificación y Sutilización hacia la Reintegración a la Divinidad.

En relación a lo mencionado, cabe señalar que todo el Conocimiento, así mismo el producto de nuestras posibilidades de Percepción de la Realidad Espiritual, Cósmica, Universal y Divina, se circunscribe al Sector del Universo al que corresponde nuestro planeta y a la “calidad” de Vida Evolucionante que en el Experimentamos para retornar a la Divinidad; existen en la Divinidad, en Niveles de Identificación con la Energía Divina, en sus Mentes Jerárquicas y en Núcleos  de Seres en Acción en el Todo Experiencial que dependen jerárquicamente de ellas, aspectos indescriptibles e inaccesibles a nuestra comprensión, aspectos que pueden ser percibidos como Unidad-Amor-Acción y que pueden ejercer influencia en nuestra percepción de la Idea Divina para llevarnos a asimilar nuestra Vida humana a Propósitos Universales del Existir, aun no podamos comprenderlos humanamente en su totalidad. 

La meditación de esos aspectos, tal como los presentados en la serie de párrafos de las Fuentes del Conocimiento Espiritual de Madú Jess en este mismo apartado, nos pueden aportar destellos de Ideas que nos ayuden a Conectarnos Espiritualmente con la Esencia Divina que rodea nuestra existencia física-material y, aun no podamos comprenderlos en su totalidad, nos impulse a adquirir un Estado de Consciencia Universal, que no se encuentre desconectado de la realidad humana cotidiana, pero que permita percibir la misma con rasgos holísticos e integrales e impulse a nuestra consciencia humana hacia un nivel de percepción superior y trascendente aplicable a nuestro diario vivir cotidiano. 

Algo que dejo a los Seres Humanos el Cristo Jesús con sus palabras, su Vibración, su Acción y su ejemplo, para aquellos que pudieron a pueden Percibirlo, es un cabal ejemplo de cómo el Amor a la Divinidad lleva a sus Chispas Divinizadas asimiladas al Foco-Acción-Amor-Divinidad a trascender hasta su máxima posibilidad su individualidad, fundiéndose así, en Absoluta Resonancia en Amor Divino Universal para Ser Divinidad, para ejercer el Yo soy tan nombrado en la actualidad pero desde la esfera del Yo superior y no desde el yo como ego humano. Para nuestra realidad de Seres en Evolución y dentro de las máximas posibilidades de asimilarnos a esa Esfera del Existir, ello se traduce en trabajar en alcanzar la máxima trascendencia de nuestro limitado ego humano que nos conduce muchas veces a laberintos de ausencia Luz. 

Cuando afirmamos en líneas anteriores -Todo en el Universo -  queremos decir todo aquello que constituye un Reclamo de la Vida Evolucionante a la Divinidad y que desciende de la misma Canalizado por la Sucesión Descendente de Núcleos Cristicos hacia el Todo Experiencial, vale decir, hacia la sucesión de Niveles de la Existencia o Planos que, desde el Comienzo de nuestra forma de Creación, se constituyeron por Afinidad Vibratoria como Espectro de Experiencias Conjuntas en Unificación Ascendente y Vibraciones Afines.

Lo hipotetizado en relación al Patrón Esencial Universal implica que la Divinidad a través de distintas tónicas de la Energía Divina y a través de Vibraciones Unificadas, Rayos, Emanaciones y Proyecciones de Fuerzas que provienen de los Focos Creadores Transitorios, envía hacia el Todo Experiencial los soles, los planetas y todo lo que es necesario para que la Vida Evolucionante Creada siempre encuentre el Escenario Experiencial que necesita y a su vez reclama.

Toda la Vida no Evolucionante que Involuciona-Evoluciona, vale decir los Soles, los mundos y aquellos vemos en el cosmos, se manifestaría inicialmente en los Planos Sublimes, Elevados y Sutiles como núcleos de Fuerzas Actuantes que al llegar a su necesaria manifestación en los Niveles de la Existencia Físicos-Materiales toman forma física como los aspectos que conocemos del Cosmos visible a nuestros ojos. En su Evolución esa Vida Asciende de Planos gradualmente, tal como lo está haciendo nuestro planeta en la actualidad y tiende en el futuro evolutivo hacia su retorno a la Divinidad, cuando llega a Niveles de la Existencia o Planos sublimes se volvería a constituir o asimilar a Núcleos de Fuerzas Unificadas que no podrían ser descriptos como Soles o Planetas en el sentido físico tal como los conocemos.

A continuación, podemos leer en un contenido de las Fuentes del Conocimiento de Madú Jess, una maravillosa descripción de ese Sublime Proceso Esencial de Emanación que, a través de su meditación, nos permitirá Percibir Aspectos Esenciales de la Vida que nos ayudaran a ubicarnos en el punto actual en que se encuentra la evolución de nuestro planeta. Pensemos que nuestra realidad circundante Física-Espiritual-Cósmica tiene un sustrato Universal-Crístico-Divino que dinamiza el Movimiento de la Vida a través de Energías y Vibraciones que en su manifestación condensada constituye el cosmos y el mundo material que nos rodea tal como lo conocemos fisicamente:

“El conjunto de vibraciones que encierran determinadas fuerzas, cuya manifestación puede ser física o espiritual, es lo que determina, a través de los milenios, núcleos que, dentro de la Voluntad Divina, están destinados a conformar sistemas planetarios. Estos núcleos son los que, siguiendo la Voluntad de Dios expresada en Sus Leyes, se transforman en focos de irradiación y de atracción de fuerzas; de todas las Fuerzas necesarias para la realización del Plan Divino al conformar esos sistemas planetarios que deberán recibir la vida de ese punto central que viene a conformar el Sol del cual depende. Así, estas conformaciones se realizan dentro de las Leyes, dentro, también, por lo tanto, de la Ley de Jerarquía. Es decir, que ese Sol es para los planetas de su sistema el elevado punto jerárquico que constituye el origen y la irradiación de las Fuerzas necesarias para su conformación física presente y futura. Esos núcleos o Soles, que formara la mente de Dios, que es conjunción de Amor de Poder y de Luz, reciben siempre, a través de la Ley de Jerarquía, todas las vibraciones necesarias para la realización del plan concebido por la mente Divina. Es decir, que aquel núcleo que debe ser el Sol contiene en sí todos los elementos vibratorios necesarios para la formación de los planetas que habrán de conformar su Sistema. Es algo así como la Madre de los planetas, y de él se desprenden las fuerzas, las vibraciones y todo lo que habrá de conformar el planeta que, por la fuerza de irradiación, comienza inmediatamente su movimiento, que está regido desde ese mismo momento por la atracción y la irradiación del Sol. Y así van naciendo los planetas, y cada uno de ellos tiene su movimiento propio que determina una órbita constante alrededor del foco de irradiación solar. La distancia que media entre cada uno de esos planetas y su Sol, así como también su tamaño y su característica principal, dependen de algo muy sutil, una fuerza especialísima contenida en el Sol que, dentro de sus vibraciones al efectuar la irradiación del conjunto, puede tomar una repercusión mayor o menor, de acuerdo con su propio momento vibratorio. De ahí la diferencia en tamaño de los diferentes planetas de un mismo sistema solar y también la distancia al Sol de unos y otros.”


Vemos a través de estos párrafos iniciales de este sublime Conocimiento que, el Sol que es Centro de Nuestro Sistema solar, es el punto del cosmos del cual proviene nuestro planeta y los otros planetas de nuestro sistema solar, es el foco que nutre de Energía y de Irradiaciones físicas y Espirituales nuestra vida. Aquello que vemos físicamente es la Manifestación de un Núcleo de Fuerzas que es Voluntad Divina destinada a conformar sistemas planetarios y que, por lógica comprensión de otras enseñanzas que hemos vertido en apartados anteriores, deviene de la Divinidad desde Focos Creadores Transitorios y es Canalizado por el Núcleo Crístico Directo y Guía Tutelar, lo que equivale a decir que el sol es un Aspecto de la Manifestación Crística que nos Guía y podemos interpretarlo como se desprende de enseñanzas de las Fuentes del Conocimiento de Madú Jess, como la Manifestación Cristica-Divina en nuestro Cosmos.

“En su nacimiento cada planeta es exactamente igual en lo que podría llamarse su “sustancia” a los demás, y todos deben seguir la misma trayectoria para alcanzar las mismas superaciones. Las vibraciones conjuntas, que representan fuerzas en ellas, al separarse del Sol, que vendría a ser su “madre”, llevan en sí todas las necesidades correspondientes a su vida completa de involución y de evolución; vale decir, que al comenzar su cristalización como planeta físico, contienen dentro de sí todas las fuerzas necesarias para las diferentes etapas que ese planeta deberá ir superando, fuerzas que van siendo puestas en manifestación en el momento preciso marcado dentro de las Leyes.”


No lo podemos asegurar, pero existe la posibilidad que el Foco-Solar como Aspecto de Manifestación Cristica, también Manifieste a nivel cósmico algún aspecto de la Vibración Unificada del planeta. Recordemos que vimos en otros apartados que la Vibración Unificada del planeta es la que trae las posibilidades evolutivas que la Divinidad otorga a la Humanidad. 


Recordemos que estamos frente a Conocimientos que van a poder comprenderse cabalmente en el futuro cuando la humanidad este mas consubstanciada con los Aspectos Espirituales y con la Ciencia Divina, pero si podemos afirmar que el Sol no es solamente un Foco físico, sino que es también Manifestación Espiritual que es invisible a nosotros, al igual que la constitución energética de los planetas y de toda nuestra vida humana. Los siguientes párrafos describen el Sustrato Espiritual que “rodea” e inter penetra al cosmos, conceptos estos que son trazables a la hipótesis de Gaia.

La Hipótesis de Gaia fue postulada por el científico británico James Lovelock en colaboración con la bióloga Lynn Margulis en la década de 1970. Esta hipótesis propone que la Tierra funciona como un sistema vivo que ajusta su temperatura, composición atmosférica y salinidad de los océanos para mantener la habitabilidad.

Aunque inicialmente fue polémica y recibió críticas por su falta de pruebas cuantitativas, la Hipótesis de Gaia ha inspirado investigaciones en disciplinas como la biología, la ecología, la climatología y la astrobiología. Actualmente, se reconoce como una visión integradora y holística que resalta la compleja interconexión de la vida en el planeta.

La Hipótesis de Gaia ha sido adoptada e interpretada por diversas corrientes espirituales y filosóficas que ya veían a la Tierra como un ser vivo. La idea de la Tierra como un organismo vivo y consciente resonó fuertemente con los movimientos New Age, que interpretaron a Gaia como una entidad espiritual y madre protectora, filosofías panteístas que consideran la naturaleza y el cosmos como Manifestaciones Divinas encontraron en la hipótesis de Gaia un respaldo científico para sus creencias.

Muchas culturas ancestrales y tradiciones espirituales han venerado a la Tierra como un ser vivo o una madre, en culturas Indígenas de América, África y Asia esas ideas están muy presentes, estas cosmovisiones consideran que la Tierra está viva y que los humanos tenemos la responsabilidad de cuidarla y armonizarnos con ella. Algunas filosofías orientales como el taoísmo o el budismo incluyen conceptos de equilibrio y unidad entre los elementos naturales, similares a la visión holística de Gaia.

El pensamiento holístico, sistémico que busca encontrar la Esencia Espiritual Común de muchas manifestaciones humanas y físicas, que por ser diversas se las considera como antagónicas o poco relacionadas, constituye una limitación para la ciencia humana como también para la compresión de la vida social y el pensamiento humano, aspecto este que deberá ser trascendido cuando la humanidad en su conjunto lo perciba como una limitación.
  

“Los planetas pueden ser considerados como entes físicos que tienen, sin embargo, su espíritu propio, pero el espíritu del planeta no es una entidad, sino que es un conjunto de Fuerzas espirituales contenidas dentro de él, y que son las que van marcando las distintas etapas que va logrando el planeta en su desarrollo y en su evolución, en el momento preciso que corresponde a las Leyes Divinas. Las diferentes etapas se van sucediendo dentro de las dos etapas primordiales, la involutiva y la evolutiva, y estas diferentes etapas secundarias, aun cuando de suma importancia, pueden tener cierta elasticidad en su continuidad; elasticidad que significa una adaptación de las fuerzas que van surgiendo al estado “ambiental” del planeta, sin producir catástrofes de gran consideración. Pero el paso de la etapa involutiva a la etapa evolutiva, es decir, de la etapa material a la etapa espiritual, es de mucha mayor importancia, y las fuerzas que deben tomar contacto con lo exterior, que deben aflorar de lo íntimo del planeta, son de tal naturaleza y de tal potencia que necesitan irremisiblemente la armonía vibratoria del planeta para no producir terribles catástrofes.”


En este preciso momento nuestra humanidad se encuentra transitando ese cambio de etapa, esa transformación y cada integrante de la humanidad es llamado a través de las experiencias de vida a percibir esa Realidad Espiritual y adaptar sus vibraciones a ello, por esa razón el párrafo siguientes menciona a los seres humanos encarnados en la tierra en este momento.

“Ese es el caos, previsto y anunciado para este planeta, que figura en el Apocalipsis, y todo sería realizado como se anunciara si el Plan de Cristo no hubiera tomado acción amorosa con la Tierra, si desde hace miles de años no hubieran venido tantos y tantos Seres Espirituales Elevadísimos para dejar Sus Fuerzas protectoras que, ahora podrán ser puestas en acción.”


“Dentro de las etapas, los momentos y los tiempos que marcan las Leyes está el acercamiento a los distintos planetas de determinadas vibraciones. Estas vibraciones tienen en cada oportunidad la finalidad de traer al planeta nuevos estados, nuevas reacciones, nuevas superaciones físicas que van marcando paso a paso el verdadero progreso y, a la vez, repercutiendo en lo íntimo del planeta, tienen la finalidad de liberar esas fuerzas contenidas, para que la obra sea completa, de lo interno como en lo externo. Siempre el “arriba” y el “abajo” deberán unirse para realizar en el plano. Cuando el planeta ha logrado las superaciones necesarias y reina la armonía completa, y el ritmo del planeta es el necesario para penetrar en el nuevo plano espiritual, todo comienza a cambiar. En aquel planeta material en el cual lo físico primaba, van desapareciendo las resistencias físicas, las exigencias físicas, lo que podría llamarse las fuerzas físicas, siendo todo eso reemplazado por fuerzas y vibraciones espirituales que ya no repercutirán en la apariencia física, sino que repercutirán netamente en la parte espiritual de los seres.”


“Así se van realizando también las transformaciones de las humanidades que viven en esos planetas, transformaciones que demoran milenios, pero como el tiempo no existe en el Espacio, cada planeta va alcanzando progresivamente el punto de espiritualización que le corresponde de acuerdo con el plano al cual pertenece. En el camino de la espiritualización constante van alcanzando así los planetas la sutilización que permite a Seres cada vez más sutiles utilizar ese planeta, ya como medio de trabajo o como foco de irradiación para otros planetas inferiores. Todo va cambiando en el planeta y las formas aparentes van desapareciendo para transformarse en realidad.”


“La materia es solo una apariencia; es una condensación de vibraciones, y a medida que la condensación desaparece, la vibración se va manifestando cada vez más y más sutil. Esto, que considerado desde vuestro punto de vista material y humano podría parecer completamente a la inversa, es la realidad.”


“Para vosotros lo sutil es lo ficticio porque no lo podéis tocar ni lo podéis sentir con vuestros sentidos físicos, en cambio, para la realidad dentro de la Verdad, lo sutil es lo verdadero; lo ficticio es lo físico, es la condensación de la Verdad de lo sutil; condensación que se realiza de acuerdo a las vibraciones reinantes en el plano en el cual se manifiesta y, por lo tanto, vibraciones que de acuerdo con su densidad y con su intensidad, pueden llegar a transformar, a cambiar y a invertir completamente la realidad, la Verdad. Por eso, a medida que el planeta y la Humanidad se espiritualiza y se sutiliza, se van acercando a la Verdad, se van acercando a las formas reales, a los conceptos reales, a las vibraciones reales.”


Cabe señalar que a medida que el Proceso de Sutilización del planeta se va gestando como parte de la Evolución y de la ascensión de Nivel de la Existencia o Plano, se comienzan a recibir Vibraciones y Rayos Divinos que actúan sobre determinados centros espirituales que actualmente se encuentran dormidos o en desarrollo potencial en el devenir de la Evolución futura del Espíritu que anima la materia. La acción de esos centros espirituales tienen la propiedad de facilitar la intervención de la Voluntad, que es el cuerpo más sutil de nuestra constitución física invisible, de esta manera la consciencia del ser humano se ve más atraída a la percepción y el contacto con Aspectos Espirituales que hoy resultan inaccesibles y adquirir facilidad espontanea para trascender la atracción que el cuerpo físico y el ego humano tienen al respeto de los aspectos densos, materiales e incluso negativos.  

Este proceso requiere del esfuerzo de trascendencia por parte de los seres humanos, que a medida que comienzan a percibir con mayor intensidad la Idea Divina, comienzan a sentirse conscientemente atraídos hacia la Divinidad y a realizar cambios en su estado de consciencia, para ello es imprescindible la disponibilidad del Conocimiento de la Realidad Espiritual en cualquiera de sus vertientes y por lo tanto urge la difusión del mismo desde hace décadas. 


Cabe también señalar que en la actualidad, este proceso se está gestando y puede evidenciarse en cómo, también desde hace décadas, grandes contingentes de seres humanos se vuelcan, incluso inicialmente por supuestos motivos materiales, hacia los Aspectos Espirituales como también a la difusión de los mismos, constituyendo esta tendencia global la clara evidencia de la manifestación humana actual de este Proceso Evolutivo Espiritual. 
 

“Al proceso de espiritualización considerémoslo como el proceso de la etapa de evolución que tiene la sutilización, la sublimación y la Divinización, vale decir la Reintegración a la Divinidad. Milenios y milenios y más milenios transcurrirán antes de que los seres que viven en los planos físicos puedan llegar a esa etapa definitiva. Pero ya sabéis, y os lo repito nuevamente, que el tiempo no existe en el Espacio, que el trabajo es constante, y que cuanto más os espiritualicéis, cuanto más os sutilicéis, más dicha encontraréis en vuestra Tarea, Tarea que, a la vez, se irá también intensificando, pero no como una carga sobre vuestros hombros, sino como una capacidad de vuestros espíritus. Cuanto más os elevéis, cuanto más os acerquéis a la Divinidad, más capacidad tendréis, porque iréis conformando cada vez más intensamente la unificación de millones de vibraciones constructivas y realizadoras, que podréis utilizar mediante vuestra mente y vuestra voluntad. Y así trabajaréis y trabajaréis, y en los Planos Divinos seguiréis trabajando cada vez con mayor intensidad, cada vez con mayor felicidad, realizando, en comunión y en unificación con miles y miles de otros seres, las Tareas más maravillosas que podéis imaginar, o más bien, que no podéis imaginar.”


“Esa es la finalidad de la Vida. El trabajo es una Ley constante; cuanto más os capacitéis para el trabajo, más felicidad experimentaréis. Esos conceptos, que son los reales, deben llegar a penetrar en la mente de los seres humanos para que logren un destello siquiera de la Verdad que los ayude a vivir de acuerdo con la Ley, que los ayude a encontrar el camino de su propia felicidad, que los ayude a comprender la realidad de su propia existencia.”


“Los conceptos verdaderos deben ser traídos a los seres humanos, pero para que los seres humanos puedan comprenderlos es necesario capacitarlos por el conocimiento. En esa Tarea estáis, y a esa Tarea debéis dedicaros con todas vuestras fuerzas y dedicar todos vuestros esfuerzos, porque es la base sobre la cual podrá la Humanidad vivir su futuro de evolución, que significará Unificación, Armonía y Paz.”


Vemos claramente el Horizonte Evolutivo que tenemos los seres humanos y la responsabilidad que tenemos quienes accedemos al Conocimiento de la Realidad Espiritual. No importa si desde un punto de vista humano creemos tener poco o mucho Conocimiento espiritual, ello no tiene la más mínima importancia, porque nadie puede considerarse sabio en el universo, todos somos infinitesimales evolucionando y todos con nuestra Resonancia en Amor Divino Universal podemos Dar aquello que tengamos sin importar en cuanto pueda ser medido o comparado con otros, pensemos que ello sería una manifestación sin sentido de un ego humano que frente a la Divinidad y a las Verdaderas Fuentes de la Sabiduría siempre será diminuto. Estamos aprendiendo para Dar lo que tengamos a quienes no lo tienen, solo eso, es lo que hace el Universo Viviente en Fraternidad Universal, ello no nos hace especiales frente al mundo, es simplemente la Realidad Universal a la que nos debemos asimilar.  

Por ultimo podemos meditar que en la Percepción de todo aquello que nos rodea está presente el Gran Maná y podría interpretarse como la Presencia Divina Esencial en todo lo que existe. El vínculo que une lo visible con lo invisible, lo material con lo Espiritual, Cósmico, Universal y Divino, que en estados de Elevación puede ser percibido como una Unidad-Acción-Amor-Manifestación de donde provienen las Fuerzas y Vibraciones que dinamizan el Movimiento de la Vida. 

En este sentido, el Gran Maná es la Energía Divina que fluye a través de todo el Universo, siendo esta energía la Manifestación Directa de la Divinidad, Manifestación Unificadora de Todo lo que Existe, la Fuerza Vital que Emana del Creador a través de sus Focos de Irradiación como lo es el Sol y que se encuentra presente en cada ser, objeto, y fenómeno natural. Es lo que da vida, propósito y significado, al ser Esencia Divina, el Gran Maná también simboliza la Unidad de todas las cosas. Todo está interconectado a través de esta Energía Divina Esencial, todo forma parte del Todo Divino.

Como es citado en las enseñanzas de Madú Jess, esta Fuerza Divina que habita en Todo lo Existente, tiene como un Aspecto de su Manifestación a la misma Ley del Amor que Rige el universo. El Gran Maná no es solo una fuerza pasiva, sino que también actúa como un vehículo de Transformación Evolutiva, impulsa la Evolución Espiritual, la Armonía y la Trascendencia.

Reconocer el Gran Maná como la Presencia Divina Esencial es un llamado a respetar y valorar todo lo que existe, desde lo más pequeño hasta lo más grande, porque todo está impregnado de esa Energía Divina. Nos recuerda nuestra Conexión con el Universo y nuestra responsabilidad de actuar en sintonía con la Armonía Universal.

Es una visión que invita a la reverencia hacia la vida, hacia la naturaleza y hacia los demás, porque en cada ser y en cada cosa palpita esa misma Fuerza Esencial que procede de la Divinidad.