Divinidad, ritmo universal y libre Albedrío

En los documentos anteriores hemos analizado a través del Conocimiento de Madú Jess, cómo inicia la Evolución la Vida Evolucionante Manifestada, cómo los Seres Creados iniciamos el ciclo Involutivo-Evolutivo que nos lleva de retorno a la Divinidad Una como Chispas Crísticas. También analizamos la necesidad del Universalismo como un camino para alcanzar la Armonía Universal. Citamos a Madú Jess cuando afirma que:

Todo el Universo está Regido por las mismas Leyes y todos los Mundos están relacionados entre sí en virtud de la Ley de Armonía Universal, que mantiene a todos y cada uno de los Mundos en “su punto”, determinando el Progreso que a cada Mundo le corresponde obtener en las diferentes Etapas de su Evolución.

Consideremos que todo lo que existe en el Universo es Creación Divina, la Divinidad es la Fuente primogénita de Amor Universal de donde fluyen las Leyes que rigen el Todo Universal Omnibarcante, la Vida y todo lo que la Vida Manifestada necesita en cada punto del inconmensurable Universo Creado del cual somos parte integrante como gotas de un Infinito mar, como chispas de una Infinita llama viva omnipresente que vibra en todo lo existente, como granos de la arena Universal de una infinita playa que es el Todo Existencial. 

Partiendo de la definición de Divinidad de Buda, quien cita que: “Dios es el conjunto Unificado de todas las inteligencias llegadas a la Suprema Perfección del Nirvana”, comprenderemos y percibiremos al avanzar en el Conocimiento de la Ciencia Espiritual de la Vida, que esa Unificación de Inteligencias constituyen, tal como analizamos en apartados anteriores, Núcleos de Seres Reintegrados a la Divinidad e Identificados con la Energía Divina, que sin perder su Individualidad, Unifican sus Energías en máxima Afinidad e Identificación de sus Esencias con el Amor Divino Universal y se Expresan en Acción-Amor-Universal. Esa Unificación e Identificación eterna con la Energía Divina en Amor, que nunca cesa, es la que otorga a Todos esos Núcleos Reintegrados, que son la Divinidad Una, el Poder y la capacidad de impulsar la Eterna Evolución del Todo Universal Manifestado del que formamos parte, contribuyendo a que en el Todo Existencial se “Suscite la Creación” desde Focos Creadores Permanentes y Focos Creadores Transitorios. Esa Unificación e Identificación Eterna con la Energía Divina en Amor está presente en el Movimiento de la Vida Manifestada, que Es eternamente en Divinidad.

Al respecto de la afirmación “Suscite la Creación”, desarrollaremos ese Aspecto en otro apartado con mayor profundidad. Ahora continuemos citando párrafos del Conocimiento de Madú Jess sobre la Divinidad para profundizar aún más, aspectos relacionados que nos permitan una mayor comprensión de la misma y nos ayuden a su Percepción desde nuestra Realidad interior:

Todo cuanto existe tiene Vida, aun cuando pueda parecer inanimado, porque Dios lo ha Creado todo, y Dios, que es Vida, al Crear, Crea de Sí Mismo. La Esencia de la Acción Divina es el Amor; Dios da Vida de Sí Mismo por Amor, y el Amor une con un lazo indisoluble todo lo Creado; nos une a todos y a todo, y nos mantiene permanentemente unidos a Dios, Único Origen de cuanto existe.

Dios no puede ser definido, pero, paulatinamente, a través de nuestras Enseñanzas, podremos comprender mejor algunos Aspectos de Su Acción, tratando de “interpretarle” –en la medida de nuestra capacidad– a través de Su Creación. Dios es el Máximo Amor, y la Acción Divina es Conjunción del Máximo Amor con el Máximo Poder y la Máxima Sabiduría. Dios es Perfección en todo lo que nosotros podamos imaginar: Dios es Justicia Perfecta, es Armonía Perfecta, es Sabiduría Perfecta, porque Dios es Perfección, es decir, Perfecto Amor.

Dios no tiene forma y nuestros sentidos físicos no pueden captarlo, pero podemos “sentir” Su Presencia en todo lo que existe, en la Vida que nos ha dado y en la permanente manifestación de Su Amor, que pone siempre al alcance de Sus criaturas todo lo que constituye una verdadera necesidad para su Vida. Cuando el hombre vive en armonía con el Amor, en armonía con sus Hermanos y con la Naturaleza, tiene siempre a su alcance todo lo que necesita, pues el Amor Divino lo pondrá en su Camino para que los Seres Humanos, mediante su esfuerzo, puedan encontrarlo. Con frecuencia el Ser Humano puede creer que no tiene lo que necesita, pero ello es debido a que el Ser Humano se ha alejado de su verdadera necesidad, para crearse necesidades ficticias, que lógicamente deberá satisfacer por sí mismo. Mientras el Ser Humano piense, sienta y obre con Amor, nada le faltará para su Vida Espiritual ni para su vida humana.

En otros párrafos del Conocimiento, Madú Jess nos dice que: 

Dios, al Crearnos, nos Creó a todos exactamente iguales y no estableció entre nosotros ninguna separación. Las separaciones que existen en la Humanidad son obra exclusiva del Ser Humano, producto del egoísmo y la ambición, que lo llevan a olvidar que todos somos Hermanos. Nuestro Amor no debe hacer distingos ni separaciones; debemos respetar y Amar a todos por igual, sea cual fuere su raza, su credo, su nacionalidad, su condición física o su posición social.

El Amor que recibimos de Dios nos Protege, Espiritual y humanamente, Guiándonos por el Camino de Evolución y Progreso que necesitamos seguir. Así también debemos Amar nosotros, protegiendo y ayudando a los demás en sus necesidades humanas y espirituales, sin esperar retribución alguna. El Amor brindado de esta forma hace más feliz al que lo da que al que lo recibe, y esa íntima felicidad de dar Amor debe ser para nosotros la única y verdadera retribución.

Las Leyes, Emanadas del Amor Divino y la Sabiduría Divina, Rigen toda la Creación y constituyen la Presencia Divina en todo lo Creado, es decir, en el Universo todo. Dios está presente en todo lo que existe, a través de Su Amor Expresado en Sus Leyes, que constituyen Su Presencia constante Rigiendo Su Creación.

Mediante el Conocimiento de las Leyes Divinas y su Acción, todo se aclara y todo resulta sencillo y comprensible, porque todo lo que existe está Regido por las mismas Leyes. Las Leyes Divinas son básicas y una misma Ley tiene Acción en el Espíritu y en la materia.

La Vibración Divina del Amor ha Creado el Universo entero y está presente en todo lo que existe, en nosotros y a nuestro alrededor, como la Ley Madre de la Vida, de la cual surgen todas las otras Leyes.

Nos aclara también que el Amor de la Divinidad nos une constantemente: 

El Amor, por el cual, y con el cual Dios nos ha Creado, nos mantiene unidos por el lazo del común Origen Divino. Dios nos Ama constantemente, sin pedir jamás retribución por Su Amor, y de esa misma forma debemos amar nosotros.

La Divinidad siempre envía Avatares para impulsar la evolución y guiar a su creación: 

Las diferentes Civilizaciones que se sucedieron en el transcurso del tiempo cayeron a causa del desamor entre los Seres Humanos, pero siempre fueron impulsadas por el Amor Divino a través de Seres de Evolución Superior que Actuaron en el Mundo como Guías, que señalaron e iniciaron caminos de Amor y de Progreso. Su Acción fue Tarea desarrollada en todos los aspectos que constituyen las diferentes actividades de la vida humana y que, en conjunto, van constituyendo las Civilizaciones.

La Evolución Espiritual de la Humanidad debió ser una consecuencia lógica del Conocimiento que, una y otra vez, el Amor Divino hizo llegar a los Seres Humanos para que, viviendo de acuerdo con él, la Humanidad alcanzara por sí misma su meta. Pero, la ambición, el egoísmo, la falta absoluta de Amor en los Seres Humanos, cambió el curso de la Humanidad demorando su Evolución, que hoy se encuentra retrasada en muchos siglos con respecto al “punto” Evolutivo en que debiera encontrarse.

A causa de esas interferencias no positivas, ciclo tras ciclo las Civilizaciones nacieron y hubieron de desaparecer; pero los Tiempos marcados llegan ya a su fin y la Humanidad no podrá persistir en sus desvíos. Espiritualmente, el Ser Humano está al final de la primera Etapa Primordial de su Evolución y debe ineludiblemente pasar a la segunda Etapa. El Ser Humano desarrolló todo lo que puede significar progreso físico, pero todo está en constante proceso de evolución, y dentro de su proceso evolutivo, la materia debe comenzar ahora a sutilizarse.

Es imperioso para los Seres Humanos Amar a todo cuanto existe: 

Nuestro Ser, Creado por Amor, necesita Amar y ser Amado. Esta es una realidad frente a la cual el Ser Humano no puede elegir impunemente un sendero u otro: si sigue el sendero del Amor alcanza la felicidad, que significa Armonía; si elige el camino del desamor pierde la relación Armónica con Dios y sus hermanos, y esa desarmonía va creando en su alma verdaderas enfermedades, que llegan a reflejarse en su materia. En consecuencia, no respondamos nunca a la ofensa con la ofensa, recordando que quien nos hiere es un Hermano cuya alma ha enfermado. Debemos rodearlo de pensamientos y sentimientos amorosos, pidiendo a lo Superior que lo ilumine y lo fortalezca para que su alma pueda curarse.

Si nuestra alma vibra en Amor, la Sutil y Poderosísima Vibración del Amor Divino nos penetrará Espiritual y humanamente. El Ser Humano debe despertar el Amor que se encuentra “dormido” en su alma para poder Armonizarse con la Vibración Divina del Amor, que lo fortalecerá, lo cual le permitirá Proyectar ese Amor sobre la Humanidad entera.

Como señalamos en líneas anteriores y en otros contenidos de nuestra bibliografía, la Evolución es Eterna una vez que los Seres se Reintegran a la Divinidad como Chispas Crísticas. Su Evolución continua Eternamente en niveles cada vez más profundos de Identificación con la Energía Divina Primogénita del Amor Divino Universal. Cuando llega a un punto máximo en esa Identificación con la Energía Divina, las Chispas Cristicas ya Divinizadas o quizás en un estadio más allá de ese punto, cuando alcanzan un florecimiento máximo de Acción-Amor-Universal Guiando los Ciclos experienciales de la Creación; podría hipotetizarse o percibirse seguramente de manera incompleta, que serían llamados a fusionarse con la Inmanente Potencialidad, Centro Espiritual Universal que constituye lo Increado, lo Incognoscible, lo que podríamos denominar la Unicidad Divina, aquello inconmensurable y omniabarcante, que no podemos comprender de la Divinidad y asimilarse así, como una Gema más al Centro de Infinito Potencial Eterno que sostiene las sincronicidades de toda la Vida Manifestada en el Eterno Existir Universal y de todo lo que existe y Es en Divinidad.

Siguiendo con la hipótesis consideramos que la mencionada Unicidad Divina es un “Punto Eterno Incognoscible”, que siempre está presente para todo Núcleo de Gemas, Padres y Soles Universales Divinizados que siguen su “Inmersión Identificatoria en Iluminación Eterna con la Energía Divina, que nunca Cesa”, emergiendo para esos Núcleos, realidades Divinas Universales incomprensibles para nosotros, por Eternas Edades Evolutivas, estando siempre presente esa Incomprensibilidad.

Cabe señalar que ese Florecimiento dé Infinitas Realidades Divinas Universales mencionado, lo ampliaremos en otros apartados y ampliaremos también la idea Eterna de la Unicidad Divina la cual, aclaramos, que no es ni podría ser un concepto exacto, es un concepto o intento del mismo que introduce un cambio en el modo de Percibir la Divinidad como un Todo Universal en Movimiento Eterno de Identificación. Movimiento de Amor-Vida-Identificación-Unificación que es Esencia Universal Eterna y que siempre despliega, para toda la Creación, Realidades Incognoscibles que permiten percibir la Vida como lo que en Realidad Es: Vida-Acción-Amor-Ley en constante expansión Eterna.

Coincidimos en denominar a esos estadíos de la Divinidad y a modo de hipótesis en nuestra serie de libros como Padres y Soles Universales Divinos. Serian el aspecto de Máxima Identificación con el Amor Divino Universal y Máxima Unificación, que nos sería posible percibir, como Unidad que Es en Todo lo existente.

Toda Acción-Amor que fluye en ese Centro Universal o Elipse inconmensurable, Centro de máximo potencial e Infinito Amor, origen y fin de todo lo que existe y que da sustento existencial a todo y al Todo Universal, sería lo que sostiene las funcionalidades de la Vida Universal percibida como Totalidad. Comprendiéndose como una expresión del Todo Universal que tiene como efecto o florecimiento espontáneo a la Creación de Todo cuanto existe, la Ley, la Evolución, las funcionalidades Mentales conjuntas y la Mente Divina Universal.  

Podría hipotetizarse que es la ínfima expresión perceptible para nuestra mente de la Acción-Amor-Universal que es Origen de las sincronicidades que impulsan los Núcleos Actuantes Universales, que dinamizan todo proceso natural existente de Vida Manifestada, Vida Regida por el Amor-Ley en sus diferentes e infinitas formas de expresión que experimentan en los confines del Universo. La Fuente Universal que da Origen a los Rayos Creadores de aquellos Aspectos necesarios para la existencia y que llegan hasta todo punto del Universo, son Canalizados a través de la sucesión de Núcleos Crísticos, Guías Tutelares Divinizados de los Diferentes Sectores del Universo. 

Cabe señalar que siendo así las cosas, en cualquier punto del Universo, cuando un Ser existe en Amor hacia todo lo que lo rodea y percibe como Divinidad tal como cada uno la conciba, puede entonces alcanzar, dentro de sus márgenes de Acción Experiencial, Ser en Divinidad, Ser en la Ley, a través de su Voluntad, su Libre Albedrío y su Trabajo que le permitirán cosechar lo que el Amor-Ley permita cosechar.

Veamos algunos párrafos de Martha, Hija y Discípula de Madú Jess, que nos brinda el Conocimiento sobre la manera de relacionarnos con la Idea Divina desde la esfera de la percepción: 

Es necesario que ya no pensemos que nuestro objetivo se alcanza en diferentes niveles de Estudio, sino que comprendamos que estamos transitando el Camino del “Despertar”, de la” Conciencia de Ser” que de lo individual debe hacerse Universal, Cósmica y Divina…Nos preparamos, en este Camino de la Espiritualidad para “Despertar” estados o expresiones de nuestra Conciencia de Ser cada vez más identificadas con el Amor, cada vez más abarcantes, más Universales. Es más importante percibir la Unidad que definirla, pues, de lo contrario, parcializamos.

Diferentes estados o expresiones de Conciencia que vamos alcanzando, no son niveles jerárquicos, sino estados cada vez más abarcantes de “Conciencia de Ser en Divinidad”.

Recordemos también la siguiente frase de Madu Jess:

Los Seres recorren su Camino de Involución y Evolución para luego Reintegrarse a Dios, pero no debemos interpretar que Dios Es una Entidad, una Fuente, un Foco, un “Algo” definido al cual llegan de regreso to­dos los Seres. Dios no es un Ser ni es un “Lugar”, ni es un “Punto” sino que Dios Es Todo en Esencia y Es Comienzo y Meta de todo cuanto Vive.

La Vibración Divina, en la “Tónica” que constituye un Ser al Brotar del Seno Divino, o sea del Todo, Evoluciona y recorre su Camino im­pulsada por la Fuerza que le diera Vida y que recibe en el “momento” de “Brotar” y, realizando toda su Trayectoria, va adquiriendo la Vibración que, finalmente, habrá de permitirle Armonizarse y Unificarse con otros Seres, Reintegrándose luego al Todo del cual “Brotara”

Podemostener la necesidad de definir a la Divinidad de aquella manera más adecuada en que pueda ser definida como vehículo de entendimiento de la Realidad Universal, pero no solo es necesario el concepto o el acopio de Conocimiento, es más importante aquello que la consciencia desarrolla producto del Amor en Acción y de su conexión con el Todo del cual es parte integrante y que a través de la percepción, permite despertar una manera de Ser en Divinidad y Ser en el Universo, siendo en la vida humana y de percibir a la Divinidad de acuerdo al sentir íntimo y personal. 

Todos los seres fuimos Creados a imagen y semejanza de la Divinidad, lo que equivale a decir que nuestro Espíritu es Esencia Divina y tenemos una conexión íntima con la Divinidad, siendo esa conexión nuestra mayor Fuente de Verdad, como señala el párrafo de Martha “Es más importante percibir la Unidad Divina que definirla” y la percepción proviene de la adecuada armonización con la esfera Esencial de nuestro Espíritu.

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