PÁRRAFO DE LA BIBLIOGRAFÍA DE ROSALÍA LUQUE ÁLVAREZ

El texto que presentaremos en este apartado constituye el relato de un Ser Crístico presentado en la bibliografía de Rosalía Luque Álvarez, que relata el Viaje Espiritual de Ascenso hacia Esferas Divinas, que realiza una Chispa Crística Mesiánica encarnada en la tierra en los albores de una civilización anterior a la nuestra. Independientemente de los detalles simbólicos de la vivencia, si logramos Percibir mínimamente la Esencia del mensaje que está Chispa Crística transmite, puede servirnos de puente para conectarnos, en nuestras posibilidades personales, con la Realidad Divina.


La Bibliografía de Rosalía Luque Álvarez es una obra literaria canalizada que relata la vida y obra de los Enviados Crísticos Divinos que encarnaron en nuestro planeta y es un Verdadero Tesoro Espiritual para la humanidad presente y futura, tal como lo es el Conocimiento de la Realidad Espiritual Canalizado por Madú Jess.

Al respecto del relato, cabe señalar que las Experiencias Espirituales se manifiestan en nuestra consciencia de maneras mucho más variadas de aquello que es conocido como capacidades de mediumnidad, en todo el compendio de nuestra bibliografía anterior relatamos algunas de estas experiencias y analizamos algunos aspectos del simbolismo inconsciente-transpersonal-espiritual.


La Realidad Espiritual puede manifiestarse en nuestra consciencia humana a través de variantes inimaginables de combinaciónes de contenidos que, son propios de nuestra subjetividad, variantes que pueden ser vehículos de representación en forma de la Verdad Espiritual que se manifiesta en nuestra psiquis a través del Lenguaje Universal en sensación, lenguaje este, que a través de la meditación, el estudio del Conocimiento Espiritual y nuestro auto conocimiento personal, permite el Contacto permanente con las Esferas Espirituales Elevadas.

De modo general podemos afirmar que toda Experiencia Espiritual de Contacto con lo Elevado, lleva implícito un sello imposible de “fraguar”, imposible de ser manifestado por una fuente material, fisica o astral, pero ello no es infalible si cambia nuestra vibración. La sencibilidad consciente necesaria para estar en la sintonía adecuada que nos permite identificar fielmente ese sello imposible de fraguar antes mencionado, depende de la calidad de la Vibración de nuestro interno, que es la que determina el Nivel de la Existencia o Foco Espiritual con el que por afinidad Vibratoria estaremos vinculados.


Lo mencionado implica que nuestra fidelidad intuitivo-perceptual dependerá de la elevación alcanzada a través de nuestro pensar, sentir y actuar en Amor. En ello, nuestros Guías espirituales, tienen una muy amplia comprensión de nuestras dificultades, errores, aspectos de superación y hasta debilidades. Con su Amor, Poder, Luz y Sabiduría contemplan más nuestros esfuerzos en realización interna que nuestros logros concretos, aunque siempre en el momento debido a través de la voluntad en esfuerzo decantan los logros y nuestro progreso espiritual.    

Dentro de las condiciones antes mencionadas que implican responsabilidad espiritual, todo contacto con las Esferas Elevadas del Existir, Es. Vale decir, que es Sensación-Verdad-Amor única y afín con nuestra Esencia Divina y en Resonancia con ella que al experimentarse no quedan dudas de su veracidad.

Como mencionamos en las primeras líneas del presente apartado, a continuación, veremos la descripción en palabras del contacto Espiritual de un ser Crístico con su Esfera Divina Guía. No se trata de una descripción intelectual ni racional, sino de una Elevada Sensación Omnipresente y Omniabarcante de Amor Divino Universal que en Esencia no tiene forma, pero que puede ser manifestada como a continuación se transcribe:

Como una luz que entra en otra luz, me vi dentro de Él o Él dentro de mí, sólo por un instante quizá, pero fue lo bastante para que yo comprendiera cómo se obra el maravilloso refundirse de cada alma con la Divinidad, cuando llega la hora de volver como llama viva al Gran Todo Universal.”


“El infinito deleite de aquel instante la palabra humana no alcanza a describirlo. Me sentí infinitamente amado, pero con un amor tan soberano y grande que cada molécula de mi ser era como un raudal de infinito amor. Debí caer en el olvido de mí mismo, en un sopor, en una inconsciencia, y al volver a ver como antes viera, mi Ego se deslizó ante mí y yo en pos de Él hasta llegar a una inmensa nube resplandeciente que parecía cerrarnos el paso. De pronto vi un punto más luminoso que fue ensanchándose como un círculo o abertura esférica lo bastante para dar paso a nuestras miradas. “Hasta aquí me permite llegar mi ley de esta hora— dijo mi guía—, pero no me niega mirar más allá, comprender y sentir”. Mi Ego se revistió de un tal resplandor vivísimo que yo desaparecería entre aquel llameante luminar. Y comprendí estas palabras: “El Séptimo Cielo donde moran las Arpas Vivas, Mesías que pertenecieron a la falange de los Amadores, a donde yo pertenezco y de donde recibo la Luz, el Amor y la Energía.


 “Mira, yo miré y comprendí que estaba como anulado, como refundido entre el resplandor, la energía y la vida de mi Yo superior, mi Ego, cuya fuerza radiante parecía absorberme y disolverme en él mismo. Comprendí que era como una gota de agua que se diluía en un océano de aguas luminosas y transparentes; que era yo como imperceptible sonido en un desbordamiento de armonía Divina.”


“Y comprendí también que esta superabundancia de fuerza, luz, energía y vida que de tan notable manera aumentaba la potencialidad en mi Ego, venía hacia Él por aquel ventanal circular al que estaba asomado y le llegaba desde un radiante sol rosado como tejido de resplandor de amatistas y el cual tenía forma humana bien definida, con una cabeza maravillosamente bella, con su cabello color oro pálido, ojos azules profundos y suaves como dos luceros de amoroso y intensisimo mirar.”


“Mi Ego absorbido por aquella mirada de supremo amor, absorto y compenetrado por aquella maravillosa energía, pareció suspender toda vibración y quedar como sin pensamiento alguno, mas mi íntima unión con Él me hizo comprender que aquel gran amor infinitamente superior a toda inteligencia y bendición no era otro que Él, era el Mesías bajo cuya protección y amoroso amparo, mi Ego había realizado su evolución desde los comienzos…”


Lo percibido ante un Aspecto Divino-Cristico como el descripto a través en este párrafo, requiere una modalidad de actividad mental que podríamos definir como sistémica u holística, que implica la percepción de lo universal sin dejar de percibir cada aspecto de cómo se manifiesta el mismo en la diversidad humana que nos rodea.

Humanamente esto se alcanza desarrollando la Consciencia de Unidad, pidiendo la Guía Superior y a través de la meditación y la concentración necesaria, alcanzar la toma de contacto perceptual y ascendente para recibir en sensación un holon, que incluya Aspectos Universales y Totalidades abarcantes, como lo es la Idea Divina, por ejemplo. En el contexto en que nos estamos manifestando en este momento, un holon podemos decir que es una Percepción en sensación que, Es Totalidad. A través de la percepción de ese holon, en meditación del mismo, podemos lograr identificar los aspectos del mismo que pueden manifestarse en la diversidad humana y como se sucedería esa manifestación. (Las palabras utilizadas son las más representativas que alcanzamos a identificar para algo que en realidad fluye sin palabras)

Esta posibilidad se alcanza de manera incremental en un proceso constante de trabajo-preparación-esfuerzo en Elevación-Meditación-Conocimiento y es lo que se maximiza con la Evolución para llegar a manifestarse en Unidad en Planos Elevados. En relación al texto presentado podemos afirmar que la Conciencia Cristica puede ser percibida por nosotros como Consciencia Divina de totalidad que nunca deja de estar en contacto con cada infinitesimal que Guía. Está descripción intenta explicar cómo se Percibe el contacto con una Consciencia Trascendente Universal, consciencia que se Manifiesta como Irradiación tal el párrafo de la bibliografía de Rosalía Luque Álvarez. 

Cristo Guía a la humanidad en su totalidad y Guía a cada infinitesimal en su realidad vivencial a la misma vez y sin distinción de ninguna índole, nadie está imposibilitado de percibir la Guía y la Irradiación Crística que siempre le llega como la Luz del Sol, aunque no logre percibirla. Cristo está en contacto con la humanidad en su conjunto y a su vez con cada ser en lo individual, tal como si estuviera a su lado, como si fuera su Padre, Como si fuera su Madre, como lo que Es, Amor en su más Pura y Elevada Expresión en Fusión con el Poder, la Luz y la Inmensa Sabiduría. 

Con esta descripción imperfecta se intenta transcribir la experiencia de contacto entre un ego en trascendencia con una Mente Crística o Mente de Planos Elevados, Mentes que son Mentes múltiples de Guías Tutelares de planetas que están en el Todo Divino, sin dejar de estar en contacto con cada ser infinitesimal del mismo, revestido transitoriamente de un ego, de un ego que nunca deja de ser en el Todo, pero que transita el Proceso Evolutivo necesario para ampliar su Consciencia hasta lograr Ser Consciencia Trascendente Universal. Solo es cuestión de tener Fe.

En relación a la preponderancia del ego podemos afirmar, que Es el egocentrismo una de las mayores dificultades conscientes de los espíritus encarnados, espíritus que ven bloqueadas sus posibilidades de contacto con su Mente Guía para que esta lo Eleve en Percepción hacia Realidades Universales.