LA LUZ QUE GENERA NUESTRO SER

El Estado Espiritual de nuestro planeta muestra una marcada carencia de Luz no entendida como Luz física, sino como ausencia de Irradiación de la Energía Divina que puede ser Irradiada por Resonancia con el Amor Divino Universal. Esta ausencia de Luz es la raíz de todos los males humanos, desde las conductas egoístas básicas hasta la marginalidad extrema. Todo acto humano que no fluye del Amor, que no busca el Bien, ni impulsa la Fraternidad entre los seres humanos, está influenciado por vibraciones negativas que impiden a los seres generar su Luz Interior, conectar con la Luz Divina Espiritual y con el Amor Divino Universal.

 

Veamos a través del Conocimiento Espiritual de Madú Jess, que es la Luz Interior de un ser:

 

“Muchas veces se nos ha dicho, al hablarnos de Seres de gran Evo­lución, que son Seres de Luz. La Luz Espiritual es producto de la Acción y Actividad de las Vibraciones Divinas que Poseen los Seres, y la Luz va in­tensificándose a medida que esas Vibraciones van Actuando con una mayor in­tensidad y una mayor Actividad.”


“En un Mundo como el nuestro, la gama de Seres que están encarnados es muy variada; hay en nuestro Mundo Seres que han adquirido ya, Es­piritual­mente, Luz propia, otros Seres que no han comenzado todavía a obtenerla y, también, Seres con muchísima Luz Espiritual. Esa Luz Espiritual obtenida pertenece al Ser, al Espíritu, y comienza a gestarse desde el “momento” en que la “Chispa” Divina, luego “Soplo” Espiritual, adquiere Conciencia y transformada en Espíritu Consciente, comienza su Trabajo de Evolución y Progreso mediante el propio esfuerzo. Es decir, que para que aparezca y vaya intensificándose la Luz Espiritual en los Seres, es necesario, en ellos, el es­fuerzo de Superaciones, la asimilación de Experiencias y la Acción de Amor.”


“Quienes tienen la capacidad necesaria pueden “ver”, lógicamente manifestados en “forma”, a Seres Espirituales en muy diferentes facetas y aspec­tos en lo que a su Luz respecta. Pueden “ver” a algunos en absoluta oscuridad; es decir, sin ninguna Luz, pueden “ver” a otros que tampoco Irradian Luz, pero tienen ya en Sí Clari­dad, que no alcanza a expresarse como Luminosidad; otros ya más Luminosos en Sí y en su Irradiación y otros maravillosamente Brillantes en Sí y esplendorosamente Luminosos en su Irradiación.”


“La Facultad de poseer Luz está en los Seres desde el “momen­to” de “Nacer”, pero se Expresa en Ellos en el proceso de Su Evolución, a través del esfuerzo de Superaciones, del Trabajo de Bien, de la Acción del Amor que Vibra en Ellos y, por lo tanto, del Progreso Evolutivo logrado. Quie­nes puedan y también quienes podrán más adelante “captar”, en algunos casos por “visión” y otros por “sensación”, la Luz de los Seres, nunca podrán equivocarse con respecto al “Punto” Evolutivo.”


Cabe señalar que muchos seres humanos caen en caminos de Ausencia de Luz porque no recibieron Amor cuando más lo necesitaban. La marginalidad, por ejemplo, es en muchos casos el resultado de un abandono prematuro, de una sociedad que inicialmente no brindó contención mínima indispensable. También se observa y se percibe directamente que, en esos mismos Círculos de Experiencia, donde aparentemente predomina la oscuridad, una simple Gota de Amor y de Luz, es recibida con más gratitud que en ambientes más positivos. Lo recién mencionado sucede porque la Luz Divina Espiritual, canalizada por el Amor y la Luz Interior de un ser, encuentra en esos ambientes más fácilmente su cauce para desalojar la oscuridad.

 

El problema de fondo es que la humanidad ha vivido durante milenios bajo la influencia de vibraciones densas y negativas generadas por su propia actividad mental y emocional-sensorial, vale decir porque su pensar y sentir denso y negativo impide el Fluir de la Vibración de Amor Esencial de su Espíritu, a través del Centro Espiritual del Amor o comúnmente llamado chakra del corazón. Estas vibraciones, a su vez, dificultan el contacto con la Guía Superior a través de la percepción espiritual. Por eso fue necesaria la intervención del Cristo a través de su Obra, que tiene por objetivo elevar la Vibración del planeta y la humanidad e impulsar a los seres hacia el Plan de Evolución.

 

La humanidad a través de su pensar y su sentir acumulo vibraciones negativas en la humanidad por entrar en resonancia o afinidad con espectros de ausencia de Luz, que influyen a la humanidad. Podemos adelantar como se originaron estos planos de ausencia de Luz a través de los siguientes párrafos del Conocimiento Espiritual de Madú Jess:

 

“Por Enseñanzas que nos han sido impartidas sabemos que, en un cierto “momento”, en el Tiempo sin Tiempo, Seres de gran Capacidad que no podrían llamarse Seres de gran Evolución, por cuanto Ellos fueron Creados así con finalidad de Tarea, transmutaron su Vibración o por mejor decir, se “desubicaron” polarizando su posición.” 


“Fueron así Seres Luminosos por cuanto sus Vibraciones Esenciales habían adquirido, por la intensa Tarea de Bien asignada y que realizaban, los Estados imprescindibles para producir e Irradiar Luz, pero en el “mo­mento” de transmutar sus Vibraciones, por negarse a la gran Superación, acorde con su capacidad, que la Ley les presentara, esa transmutación, que significó su negación a toda Acción de Bien, a toda Acción de Amor, también determinó la desaparición de la Luz en esos Seres, pues ningún Ser puede po­seer Luz si está en “posición” opuesta a la Ley.”


Todo ser tiene la capacidad de irradiar Luz propia y de tomar contacto con la Luz Divina Espiritual, pero ello se posibilita cuando el ser comienza a Irradiar el Amor y manifestarlo en Acción Realizadora. Esa Luz que irradian los seres, es parte del Proceso Evolutivo, surge de las Vibraciones Divinas con las que fuimos creados y se intensifica con el Esfuerzo, la Trascendencia y el Servicio en Amor. Así, la Esencia Divina que nos constituye, de acuerdo con nuestra Resonancia en Amor, va desarrollando una Irradiación desde Si, Irradiación que Acrecienta la Luz y el Amor en el Universo, en el que los seres somos una Nota Musical indispensable de la Melodía Universal Conjunta.

 

La Luz Verdadera que genera el ser no puede ser fingida, existen seres desviados de la Ley que intentan aparentar Luz, pero es solo una luminiscencia ficticia, carente de Amor. Solo la Luz generada por Resonancia en Amor y la alineación con la Ley tiene Existencia Verdadera. Esa Luz permite al ser Retornar al Foco Divino, enriquecerlo, como elemento actuante del Amor Divino Universal.

 

Madú Jess explica que:

 

“Por la Luz que Irradia cada Ser es posible determinar, aproximadamente, el “Punto” de su Evolución, pero los Seres que por haber trans­mutado sus Vibraciones se hallan “ubicados” en oposición a la Ley, serán siempre Seres expresados con oscuridad en sí mismos, y la Luz que aparen­temente pudieran irradiar, sería luz ficticia.”


“Por lo general, esos Seres en negativo procuran manifestarse, cuando les es posible, con luminosidad, pero esa luminosidad ficticia contrasta con su aspecto íntegro de oscuri­dad que demuestra claramente que se trata de Seres en negativo que preten­den engañar; en cambio, Seres de poca Evolución, pero que no son Seres en negativo, se expresan sin luminosidad alguna, pero es debido a que aún no han logrado su Luz.”


Los grupos humanos que se reúnen en oración o en Tareas Espirituales generan Focos de Amor y de Luz Poderosos. Esa Irradiación se proyecta a seres encarnados y también alcanza a seres desencarnados Fortaleciéndolos Espiritualmente, ayudándolos a seguir con su Camino Evolutivo. Por eso es tan importante vibrar en Amor puro, porque solo así la Luz puede actuar sin interferencias en su Máxima Manifestación. 

 

Madú Jess lo explica claramente en el siguiente párrafo: 

 

“La Luz Espiritual que Irradian los Seres Agrupados con finalidad de Bien, constituye un Foco de intensa Luminosidad que atrae a miles de Seres en el Plano Astral; Seres sin Luz por su escasa Evolución o por su sometimiento a pasiones durante sus vidas terrenas o, también, por la inercia en que se encuentran sumidos con respecto al Trabajo que todos deben realizar para poder Evolucionar y Progresar, debido al debilitamiento Espi­ritual y falta de Voluntad de Acción, Seres que han perdido la capacidad para Actuar Voluntariamente con esfuerzo, por haber sometido su Voluntad, buscando facilidades en sus vidas humanas, a la Voluntad de otros Seres. Luego, en el Plano Astral, deben y necesitan ser ayudados por otros Seres Espirituales o con Proyecciones Amorosas de Seres encarnados, para poder despertar nuevamente su Actividad Espiritual.”

 

“Muchos Seres se acercan a los Grupos Luminosos constituidos por Seres Evolucionados deseosos de Ayudar, y reciben, con la Vibración Luz, Fuerzas netamente Espirituales que impulsadas por la Vibración Amor que reina en esos Grupos, penetra hasta lo íntimo de su Esencia Espiritual en los Seres debilitados, en los Seres agobiados por Vibraciones densas o negativas, fortaleciéndolos y, como consecuencia, fortaleciendo y ayudándoles a despertar nuevamente su Voluntad de Acción.”

 

“Unidas las Vibraciones Luminosas Espirituales e Impulsadas por la Vibración Amor, que debe siempre Reinar en los grupos, todas las Vibraciones Proyectadas penetran profundamente en el “Punto” mismo hacia donde son dirigidas y Actúan rápida e intensamente despertando, con la Luz conjunta, la actividad benéfica de las Vibraciones en los Seres hacia quienes Proyectamos nuestro Amor, atrayendo hacia ellos Vibraciones necesarias para las Realizaciones Pedidas y protegiendo esas Vibraciones, que ejecutan la Voluntad de Bien Expresada y sentida con Amor, de toda interferencia negativa.”

 

En lo individual, cada pensamiento, cada Acción Amorosa y cada intención pura, forma parte de una Irradiación Unificada que alimenta al Foco Espiritual que impulsa la Evolución de la Humanidad. Todos podemos unirnos a ese Foco Espiritual Vibrando en Amor y Luz Divina Espiritual, generando así un Reclamo a la Divinidad.

 

Por último, compartimos los siguientes párrafos de Madú Jess que resaltan nuestra Responsabilidad Espiritual:

 

“Sin embargo, esa Poderosísima Vi­bración Luz, que obtienen los Espíritus a través del esfuerzo y que signi­fica la Expresión, lograda a través de su Evolución y Progreso, puede no Expresarse en el Ser, aun siendo un Ser de determinada Evolución, si este no tiene su mente y su alma puras, pues la falta de pureza en la mente y en el alma impide a la “Partícula” Espiritual poner en Acción, en Actividad, su propia Luz Espiritual.”


“El Impulso para que la Luz Espiritual lograda Actúe, debe ser siempre el Impulso del Amor y quien tiene su mente y su alma en negativo, quien, por ejemplo, se siente envanecido suponiéndose “Poderoso”, en la realización de Trabajos Espirituales, no está Vibrando en Puro Amor y, por lo tanto, su Luz no puede Actuar.”


“Este Conocimiento nos da también el sentido de otro aspecto de nuestra Responsabilidad, por cuanto tenemos en nuestras manos los medios y la Capacidad de Actuar, de hacer el Bien, de llevar Energía Espiritual, Actividad Espiritual a miles de Seres, Realizaciones Espirituales y realiza­ciones humanas necesarias para el Bien Espiritual a muchísimos Seres, pero nos incapacitamos nosotros mismos para realizarlo si no Vibramos permanente­mente en Amor y permitimos que nuestra mente y nuestra alma humanas interfieran la Actividad Espiritual para la cual estamos Capacitados.”


“Debemos meditar profundamente esta Enseñanza y analizarnos a la Luz de este nuevo Conocimiento para descubrir la falla que pudiera existir en lo íntimo de nuestra alma; para aclarar, sin que quede duda alguna, si al Realizar nuestra Tarea Espiritual para beneficiar a Seres humanos nece­sitados nos sentimos, solamente, Instrumentos de las Fuerzas Superiores o nos sentimos “Poderosos”, y así deseamos que lo reconozcan los demás, por los lo­gros que pudieran obtenerse.”